viernes, 12 de abril de 2013

Queridos enemigos


BUENOS PRECEDENTES DEL MADRID CON BORUSSIA (1998), BAYERN (2000) Y BARÇA (2002)


  • Víctimas en semifinales de la Séptima, Octava y Novena Champions de los blancos

Queridos enemigos
HUGO CEREZO • MADRID
El Real Madrid tiene grandes recuerdos de sus acompañantes en el bombo de hoy. Borussia, Bayern y Barça son queridos enemigos, testigos los tres de las últimas Champions levantadas por los madridistas, víctimas blancas en las semifinales de la Séptima, la Octava y la Novena.
Empezando cronológicamente, el Borussia fue el contrincante en la 97-98. La ida se disputó en el Bernabéu. Será recordada siempre por la portería del fondo sur que se vino abajo por el empuje de los ultra sur. La imagen, de las más bochornosas de la historia del Madrid, dio paso a un 2-0 que abría el camino a la final de Ámsterdam.
El equipo de Heynckes dio un gran paso en la ida gracias a los goles de Morientes y Karembeu. El primero del Moro a puerta vacía tras pase de Roberto Carlos; y el segundo, el famoso tanto con la puntera de Karembeu, un gol que pervive en el imaginario blanco por el autor y su significado, la última diana antes de la final en el Ámsterdam Arena.
Porque en la vuelta en el Westfalenstadion el marcador no se movió. El equipo blanco volvía a una final de la Copa de Europa 17 años después de la del Parque de los Príncipes en el 81, perdida contra el Liverpool. Esta vez, el Madrid recuperó el trono europeo tras 32 años. Ya eres mía tituló MARCA.
Dos años después, el equipo por entonces dirigido por Don Vicente del Bosque se encontró con el Bayern. El conjunto alemán había goleado al Madrid (2-4 y 4-1) en la liguilla de octavos. Los teutones eran claros favoritos, pero se toparon con un inspirado Madrid, abandonado en la Liga, un escenario similar al actual. El héroe fue otro francés de corta carrera de blanco, Anelka. Marcó en la ida (2-0, el otro Jeremies en propia puerta) y en el Olímpico. El Bayern ganó 2-1, pero quedó eliminado. Luego llegaron París, el Valencia, el 3-0 y la Octava.
Clásico
Y la Novena supo mejor al madridismo, porque en semifinales el Madrid eliminó al Barça. La eliminatoria quedó sentenciada en la ida. Zidane y McManaman, con sendas vaselinas, firmaron el 0-2 en el Camp Nou. En el Bernabéu, un inofensivo 1-1 (Raúl y Helguera en su portería) sirvió de aperitivo para la final de Glasgow, el golito de Raúl, la volea de Zidane, el milagro de San Iker y la Novena.

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